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Location: Bogotá, Colombia, Colombia

Wednesday, June 07, 2006

Líder de la Academia

William Gibson

"Monten en los rayos de música para volver a la base."
Hace desaparecer progresivamente en un vector de silbatos de tren y en esta inclinación de sol invernal en particular grabada en acero que estas mani­festaciones favorecen, dejando el más leve sonido y las notas de piano intro­ductorias de East St. Louis, este peligroso viejo caballero literato quien envió fuera a tantos de nosotros, bajo órdenes selladas, hace muchos años. . .

El inspector Lee enseñó un nuevo ángulo____­
Las frecuencias del silencio; paredes en blanco en el nivel de la calle. En el campo plano. Nos convertimos en mecánicos de campo. Desciframos las ce­losías. Patrullamos las fallas profundas. Bajo las luces. Sueños de máquinas. Las multitudes, arrasadas con con... Shibuya Times Square Picadilly. Un auto estacionado, una arena de pasto, una fuente llena de tierra. En la hora de los lobos de halógeno... La hora recordada. En el silencio de la radio...

Sólo un conductor casual en la hendidura de gasolina de la historia, oficial. . .
Ensambló la palabra ciberespacio con pequeños y fácilmente disponibles componentes del lenguaje. Espasmo neológico: el acto primario de la poética del pop precedió cualquier otro concepto. Elegante y hueco -en espera de un significado recibido.
Lo único que hice: doblar palabras como se me enseñó. Ninguna otra pa­labra se incrementaba en los intersticios. ­
"Caballeros, ese no es ahora ni será nunca mi interés. . ."
No es lo que hago.
Yo trabajo el ángulo del tránsito. Vectores de plaza de neón, consumido­res licenciados, actos primarios y jamás soñados. . . ­

La arquitectura de la realidad virtual imaginada como un acrecentamiento de sueños: salones de tatuajes, galerías de tiro, galerías de billares romanos, pues­tos débilmente iluminados con montones de revistas para caballeros de dis­tintos años manchadas por la humedad, cafeterías de segunda, locales de técni­cos dentales sin licencia, de cohetes y carnada preparada, tiendas de apuestas, bares de sushi, proveedores de aparatos sexuales, prestamistas, bares de wonton, hoteles del amor, puestos de hotdog, fábricas de tortillas, verdulero s chinos, tiendas de licor, herbolarios, quiroprácticos, barberos, bares.
Estos son los sueños del comercio. Sobre ellos se alzan barrios intrinca­dos, zonas de fantasía más privada. . .

El ángulo del tránsito nos coloca frente a esta polvosa mesa de cartas en un centro comercial subterráneo en la Zona de Libre Comercio de Darwin, zum­bido muzak* de los promedios del análisis de sueros para California-Oregon, factoides de la tasa de mutación EBV y translocaciones específicas en el punto de ruptura cercano al oncógeno c-myc. . .

Es la segunda semana de Kelsey en Australia y su hermano se queda tercamen­te en el condominio, viendo televisión, jugando El cráneo del gladiador y un nuevo juego japonés llamado Jardín de la tortura. Camina kilómetros de cen­tro comercial que podrían ser fácilmente Santa Bárbara de nuevo o Singapur, compra revistas de modas británicas, hurtando sombras italianas para los ojos; sólo las estrellas de la noche son distintas, la Cruz del Sur, y los niños chinos se deslizan sobre patinetas decoradas con neón.

Ella se detiene frente a un vendedor sin licencia, su rostro marcado por costras pálidas de cáncer de sol. Tiene una decena de cassettes a la vista para su venta, sus cajas de plástico rayadas y polvosa_. "Toda la ciudad está allí", dice, "Kyoto, suya por veinte". Ella ve al hombre de seguridad, alto y ancho, con un chaleco de kevlar, de ojos azules, acercándose para echar fuera al vie­jo, cuando por impulso lanza una moneda al aire y agarra la cosa, sea lo que sea, y se da la vuelta, sonriendo vagamente, y se pasea frente al guardia y se aleja. Ella es una consumidora con licencia, intocable, y al mirar hacia atrás ve al vendedor que mira de reojo al guardia y ríe burlonamente para expresar su desafío, ni una pista de la moneda de $29. . .
Ni una señal de su hermano cuando regresa al condo. Se pone los lentes y los guantes y coloca en la rendija al Kyoto virtual. . .

Una vez perfeccionadas, las tecnologías de la comunicación rara vez desapare­cen por completo; más bien, se encogen para caber en nichos particulares de la estructura de información mundial. Los radios de cristal han sido propues­tos como un medio de transmitir los tiempos óptimos para plantar las semillas a tribus agrarias aisladas. El mimeógrafo, uno de los muchos dinosaurio s re­cientes de la oficina urbana, brilla aún con un potencial no disminuido de sa­misdat en los lugares atrasados del siglo, la respuesta de la época victoriana tardía a las ediciones de escritorio. Los bancos de las innumerables villas del Tercer Mundo siguen sumando los totales del día con la manivela de las viejas máquinas de sumar Burroughs de color negro, encanillando metros de tenues cifras en tinta color índigo en largas, extrañamente festivas, tiras de papel, mientras que la Unión Soviética, aún no entusiasmada por la nueva diversión técnica para tirar, se ha convertido en la última fuente confiable de tubos de vacío. El formato de cinta de ocho canales sobrevive en las paradas de camio­nes de carga del Sur Profundo, como medio para la música campirana y la pornografía de la palabra hablada.
La Calle encuentra sus propios usos para las cosas -usos que los fabri­cantes jamás imaginaron. La grabadora de microcintas, originalmente pensa­da para el dictado de ejecutivos muy ocupados, se convierte en el medio revo­lucionario de magnetisdat, que permite la difusión encubierta de discursos políticos prohibidos en Polonia y China. El zumbador y el teléfono celular se convierten en herramientas económicas en un mercado de drogas ilícitas cada vez más competitivo. Otros artefactos tecnológicos se convierten inesperada­mente en medios de comunicación. .. La lata de aerosol da vida a la matriz urbana de inscripciones pintadas. Los fIexidiscos hechos en casa de la prensa rockera soviética a partir de placas de rayos x de tórax usadas. . .

Quince piedras sobre arena blanca. .
Las sandalias de un gigante que fue derrotado por un enano.
Un pabellón de oro, otro de plata.
Una catárata donde la gente reza.
Su madre se quita los lentes. Su madre mira el cronómetro. Tres horas. "Pero no te gustan los juegos, Kelsey... "
"No es un juego", lágrimas en sus ojos. "Es una ciudad". Su madre se pone los lentes, mueve la cabeza de lado a lado, se quita los lentes. "Quiero ir allá", dice Kelsey.
"Es distinto ahora. Todo cambia".
"Quiero ir allá", insiste Kelsey. Se vuelve a poner los lentes porque la mirada de su madre la asusta.
Las piedras, la arena blanca: picos envueltos en nubes, islas en la co­rriente...
Ella quiere ir allá. . .

"Los numerales del LÍDER DE LA ACADEMIA que tenían un objetivo eran sig­nos cabalísticos hipnogógicos que precedían el estado de ensueño del filme."

* Marca registrada utilizada para la música de fondo que se transmite por cable a la bocina del suscriptor. [N. del T.]

Tuesday, June 06, 2006

SE ESTÁ DESTROZANDO EL RICO LENGUAJE ESPAÑOL (Los códigos de comunicación rápida en la era del “telefonín”) Con el debido reconocimiento a lo que por motivos justificados haya que transmitir en un código condensado; lo que está ocurriendo es a mi entender, una especie de embotamiento de los sentidos y sentimientos del ser humano... una “robotización” del hombre, un empujarle a que cada vez piense menos, que obre automáticamente, que se lance veloz a donde le indica, "ese nuevo dios denominado consumo". Se han perdido las tertulias, no hablemos del escribir una carta a alguien y esperar correspondencia de igual manera... algún idiota dijo aquello de que... "el tiempo es oro" y no... el tiempo es inagotable, me lo dijo "un cateto de pueblo" al que no olvidaré mientras viva... "EL TIEMPO ES GRATIS Y NOS LO DA DIOS TODOS LOS DÍAS", efectivamente, el tiempo es eterno y no sabemos emplearlo, en lo que en realidad hay que hacerlo... o sea, en disfrutar con todo el placer del mundo de saborear ese tiempo en los innumerables placeres de un tiempo bien empleado y que nos enriquezca en todo lo positivo. Hace unos días leí en un periódico español la siguiente frase, que me dejó pensativo, muy pensativo. “La pobreza de lenguaje es un síntoma de indolencia y decadencia que suele preceder la irrupción en un país de todas las demás pobrezas, las económicas y sociales”. La frase viene de una lectora de nada menos que Argentina y cuyo nombre no sé y por ello no cito, pero por la profundidad del pensamiento y las preocupantes experiencias argentinas en las últimas décadas, que duda cabe que esa mujer sabe lo que dice. Y esa decadencia del rico idioma español, la estamos notando en España hace también varias décadas y ya hay muchos, muchísimos; que habiendo asistido a escuelas y colegios de todo tipo y desde que supieron andar... hoy no saben hablar; su lenguaje es limitadísimo, no entienden gran cantidad de palabras de su propio idioma, crean “jergas” para entenderse entre ellos en sus mínimas necesidades y sin más aspiraciones que eso mismo; circunscribirse a su mundo de necesidades materiales en mayoría, pues intelectualmente y en general, están igual o peor que en el idioma; y es claro, si no se conoce bien un idioma, difícilmente se podrán expresar los propios pensamientos, ni tampoco los captados por cuanto no se llegan a entender. Es curioso que a esta época se la denomine como “la era de las comunicaciones”... ¿qué comunicaciones, pregunto yo?... estar como “cotorras” repitiendo generalmente, dichos insulsos y limitados a lo que antes dije... pues parece ser que sí y si ni a los niños ni a los jóvenes se les presiona en los centros de enseñanza, para que aprendan a hablar y menos a escribir; , pues terminan todos donde ya observamos a la mayoría... “pegados al telefonín” y mandando mensajes, la mayoría en clave o “jerga” y con los que se comunican; además están siendo incitados al uso masivo de esa “nueva argolla de esclavo”, puesto que como me dijo aquel “sabio cateto”... “el tiempo es gratis y nos lo da Dios todos los días”... y es claro que los especuladores del tiempo (teléfono, radio, TV etc.) saben que disponen de materia prima inagotable y procuran incitar a las masas, para que empleen sus receptores y transmisores, a cada momento y para cualquier tontería o “chuminada”; sin que se estén dando cuenta estos ilusos, que les están forzando a gastar un dinero que muchos de ellos no disponen. Cada día (y vivo en una ciudad pequeña de provincia que no destaca en altos niveles económicos) veo y observo, más personas... “pegadas al telefonín”, incluso muchas de ellas y aún estando prohibido y castigado por leyes, lo van usando mientras conducen un vehículo automóvil (auto, furgoneta e incluso camión)... en cualquier reunión, es ya normal que “suene el telefonín”... y como “dios implacable”, el nuevo esclavo del artilugio, deja con la palabra en la boca a su reunión y se aparta, para atender la voz de quien sea... demostrando la falta de educación ostensiblemente en muchos casos. Ves por la calle a
numerosas personas, hablando mientras caminan... incluso en los templos, reuniones, conferencias, conciertos... siempre suena “algún telefonín”; por lo que ya es habitual, que en esos lugares, las primeras palabras que se pronuncian en el estrado... son las de que los presentes, “tengan la bondad de desconectar sus artilugios para que no interrumpan ni molesten al acto y al auditorio”. En cuanto al idioma, es incomprensible, la cantidad de rótulos de negocios de todo tipo, que teniendo la inmensidad de voces que tiene el idioma español, recurran a nombres extranjeros, generalmente del inglés, o hacen una mezcla de uno y otro, resultando letreros que dan la risa al tratar de leerlos y no saber en realidad que es lo que dicen o quieren decir. En fin... “es el progreso que dicen los políticos”, pero yo no lo veo en tantas cosas, que la que cito es una sóla de ellas... las demás, vea y observe el inteligente, simplemente en su entorno y note el presente y el pasado... e intuya el futuro que nos espera, si no se toman medidas correctoras, que visto como obran los políticos, no las van a tomar... ¿a ellos que les importa todo lo que no sean los votos para ganar la poltrona y el buen sueldo a cobrar?.

Antonio García Fuentes (Escritor y Filósofo)

Sunday, June 04, 2006

"Ni sí ni no, sino todo lo contrario" decía Mario.